Marinero de tierra a
orillas,
que apuntaste tu velero
hacia alta mar
para beberte en su proa puesta al poniente,
todos los azules, las rompientes y la sal.
Navegante de la vida y los amores,
que de todo miraste más allá,
dando alma a los caminos y a las cosas,
encontrando en Isla Negra tu lugar.
Capitán de capitanes de palabras
que supiste por el mundo navegar,
cosechando los sabores de tu viña,
en tus copas de colores y cristal.
Tripulante de ventanas al ocaso,
aspirante a comandante de pontón;
regenteaste un batallón de mascarones
y educaste caracolas, a montón.
Marinero, siempre anclado a tierra firme
-hoy vigía de estrellas, luna y sol-
en tu eterno lecho te saludan
visitantes sedientos de tu voz.
para beberte en su proa puesta al poniente,
todos los azules, las rompientes y la sal.
Navegante de la vida y los amores,
que de todo miraste más allá,
dando alma a los caminos y a las cosas,
encontrando en Isla Negra tu lugar.
Capitán de capitanes de palabras
que supiste por el mundo navegar,
cosechando los sabores de tu viña,
en tus copas de colores y cristal.
Tripulante de ventanas al ocaso,
aspirante a comandante de pontón;
regenteaste un batallón de mascarones
y educaste caracolas, a montón.
Marinero, siempre anclado a tierra firme
-hoy vigía de estrellas, luna y sol-
en tu eterno lecho te saludan
visitantes sedientos de tu voz.
Septiembre 2007
Publicado en 2007
"Territorio Sur" - Editorial De Los Cuatro Vientos
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