NOCTURNO de BUENOS AIRES

 


Buenos Aires otra vez
deambula en pijamas
El cielo se desgrana como gajos
tiñendo los tejados de naranja
 
Un perro callejero pasa
y olfatea las siluetas que se alargan
Transeúntes apagados como sombras
como lengüetazos… como pinceladas…
 
El viento lleva y trae
murmullos de ciudad que marcha
La jornada terminó
las persianas caen en cascada
 
Los autos iluminan la avenida
los colectivos la infartan
El obelisco clavado en el ojo de la luna
se multiplica en las ventanas
 
Las babas del silencio se resecan
donde las soledades callan
Buenos Aires se apaga lentamente
para volver a revivir por la mañana.
 08/10/2011

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